Desde mi nacimiento el 28 de julio de 1938, en Lima, he dedicado mi vida a servir a mi amada patria, el Perú. A lo largo de mi trayectoria, he sido testigo y arquitecto de un legado transformador en mi país. Desde mis primeros pasos como profesor universitario hasta liderar la nación como presidente, siempre he buscado el progreso y la estabilidad. Durante mi mandato, implementé políticas económicas que revitalizaron la economía, llevando al país hacia un crecimiento sostenido. Además, mi enfoque en la seguridad nacional contribuyó a la erradicación del terrorismo, brindando a los ciudadanos un entorno más seguro. Mi compromiso con la educación y la infraestructura también dejó huellas positivas